martes, 20 de noviembre de 2012

El Barça congela al Spartak en Moscú y se clasifica para octavos


La apuesta de Tito Vilanova por los tres pequeños como lugartenientes de Leo Messi funcionó a la perfección. En un partido de ida y vuelta, en el que se impusieron el talento y la pegada de los blaugrana , el Barça dejó tieso al Spartak de Unai Emery. El técnico vasco tendrá que seguir buscando la fórmula para derrotar al conjunto barcelonista. Y van catorce veces...

Tito Vilanova alineó a Busquets, Xavi, Iniesta y Cesc junto a Alves y Alba en los laterales. Buscaba al mismo tiempo una altísima posesión de balón y mucha llegada al área rival por el eje y por las bandas. El plan salió bien a medias porque, paradójicamente, en algunas fases el equipo quedó partido por la mitad. Y aunque llegó muchas veces al área rival y marcó pronto, a los 16 minutos por medio de Dani Alves, el Spartak también pudo plantarse con comodidad en el área de Víctor Valdés.

El conjunto azulgrana dispuso de una primera excelente ocasión en el minuto 12, cuando Xavi envió en profundidad para Pedro. Y Pedro se plantó ante Dykan y disparó casi a bocajarro pero el guardameta del Spartak pudo interceptar su chute y Kirill Kombarov acabó por desviar a córner el esférico. Tres minutos después, encontraba la manera de ponerse por delante en el marcador.

Fue tras una larga jugada de rebotes y rechaces en el área del equipo moscovita. El balón le llegó a Alves quien, desde la frontal, disparó raso sorprendiendo a Dykan para el 0-1. El choque quedó sentenciado en el minuto 26, cuando Andrés Iniesta, espectacular en muchos momentos, recortó a Makeev dentro del área y lanzó un disparo seco. Dykan pudo rechazar el primer fogonazo del manchego, pero el esférico cayó a pies de Leo Messi que no perdonó.

El argentino, que se está acostumbrando a marcar como mínimo a pares, repetía en el minuto 38. En esta ocasión, aprovechando un pase de Pedro desde el eje de la media punta. Messi se fue del meta del Spartak y con la zurda establecía el 0-3 y alcanzaba a Rudd van Nistelrooy como segundo máximo goleador de la Champions League.

Pese a la claridad del marcador, los blaugrana sufrieron sobre el césped artificial del Luzhniki. El asunto radica en que el conjunto de Tito, por ahora, es algo más inestable que el de Guardiola; y su juego vertiginoso le permite marcar muchos goles, pero también le lleva a conceder más ocasiones al rival. Si esto es posible, el Barça actual es todavía más cruyffista en su versión 2012-13.

Así, el Spartak de Moscú pudo marcar por medio de Dimitri Kombarov (16') que remató solo en una jugada de estrategia a la salida de un córner. Después, en el 22', en un disparo alto de Suchy desde el punto de penalti tras una llegada por la banda derecha de Emenike; y en el minuto 34 cuando el propio Emenike chutó a las nubes tras una jugada por la banda izquierda de Jurado.

El equipo de Unai Emery había ejecutado a la perfección el contragolpe pero había demostrado una pésima finalización, al contraio que el Barça. De ahí que al descanso, se fuera a los vestuarios con un 0-3.

ARRANCA EL SEGUNDO TIEMPO SIN CAMBIOS

El segundo tiempo arrancó sin cambios en ambos equipos y con una tónica similar. El Spartak llegaba con cierta facilidad a las inmediaciones del área de Valdés pero sin capacidad para rematar. El Barça, en cambio, llegaba hasta la portería del conjunto moscovita con la misma asiduidad pero con capacidad rematadora.

Dykan tuvo que emplearse ante Pedro, que remató de cabeza, pero sobre todo en un mano a mano con Cesc (53'). El de Arenys, después de recibir de Iniesta, chutó colocado pero el meta ucraniano desvió a córner. Sin embargo, tras esta energía inicial, el Barça puso en marcha un inmenso rondo y empezó a administrar el tiempo.

Unai Emery se decidó entonces a realizar cambios poco después de superar la hora de juego. El brasileño Welliton y el georgiano Ananidze suplieron a Kirill Kombarov y el ayer torpe y fuera de forma, Emenike. El técnico del Spartak, en la cuerda floja, buscaba que su equipo mejorara un tanto su triste imagen. Por lo menos, Welliton aceleró el ataque de su equipo aunque con sus ansias estuvo a punto de lesionar a Valdés en una caída fortuita.

Fue el Barça el que volvió a disponer de varias ocasiones, como es habitual con Leo Messi como protagonista. Primero, en un lanzamiento de falta a los 75 minutos, muy escorado, que el portero despejó con los dos puños. Y uno después, en una clásica cabalgada del argentino que cedió atrás para que rematara Iniesta demasiado flojo. Pedro recogió el rechace y lo volvió a intentar, pero sin suerte.

Vilanova empleó los últimos minutos para dar un respiro a Xavi , Pedro y Jordi Alba. Al vallesano lo sustituyó Song para asegurar el centro del campo; y al tinerfeño, Gerard Deulofeu dándole una recompensa de oro al chaval. Martín Montoya dio el relevo al de l'Hospitalet en unos minutos finales intrascendentes, con los deberes ya hechos en Europa.

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